EL MUNDO PARALELO. Es un nuevo orden. La sociedad los marginó a cinturones de miseria, a favelas, donde no se aplican las leyes que todos tratamos de cumplir. No tienen fe en las instituciones sociales. Nunca se les ha hecho justicia. La educación es inalcanzable. Los servicios médicos son inalcanzables. La policía es el enemigo. No tienen trabajo que les permita vivir dignamente. La religión no los conmueve, porque tienen hambre de justicia en este mundo y no en el otro. No creen en la propiedad privada porque ellos no tienen propiedades; no obedecen ni respetan los principios éticos o morales de la sociedad, porque jamás les ha traído beneficio alguno. No tienen respeto por la vida porque sus vidas son una cadena de desdichas y desilusiones, hasta que terminan sin vida en un callejón. Morir para ellos no significa nada. Matar, por lo mismo, no es un crimen, sino una práctica de sobrevivencia. Al Estado lo consideran como una cueva de corruptos, de políticos que en vez de ay...