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Mostrando las entradas de junio, 2013

LA VEZ QUE PUDE SER MAESTRO (PERO NO QUISE, DECÍA MIAMA))

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LA VEZ QUE PUDE SER MAESTRO... (PERO NO QUISE, DECÍA MIAMA…) Miguel Ángel Avilés Me acuerdo, como si fuera hoy, cuando hice el examen de admisión en la escuela normal urbana: no lo pasé. Yo acababa de salir de la secundaria y se había orquestado casi todo un ejército familiar para persuadirme que hicieran el examen en tan prestigiada escuela, tal como era la tradición en la mayoría de los hogares en La Paz.  El plantel estaba a diez cuadras de la casa, derechito por la misma calle donde vivíamos. En ese lugar, en distintos años, había trabajado mi papá y también mi hermana Mayor. Habían estudiado además la otra de mis hermanas y uno de mis hermanos. Por si esto no fuera suficiente un cuñado fungía como maestro y de seguro me hubiera dado clases. En el barrio, otros tantos de los amigos habían decidió ingresar ahí también, por lo que, atendiendo a esta costumbre y esos antecedentes familiares, mi madre estimó que su hijo menor era candidato natural para sumarse a esta tra

Mi Papi era un Fantasma, de Miguel Angel Avilés

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MI PAPI ERA UN FANTASMA(y era mayor que yo) Miguel Ángel Avilés. Me acuerdo de ti como en segmentos, como en apariciones, como si jugaras a ser un fantasma y solo me dejaras verte a ratos: en esa orilla de la cama, sentado y con tus manos apoyadas hacia atrás para agarrar aliento porque ese corazón ya estaba muy maltrecho. Te veo también al frente de nosotros, entrando al internando de la normal urbana donde trabajabas (hasta la fecha el olor a pasto húmedo, como el que ahí había, me hace recordarte). Te veo borrosamente tomándome de la mano junto con mamá para llevarme a conocer ese parque que acaban de hacer a unas cuantas cuadras de la casa. Te veo conduciendo el taxi, llevándonos al rancho. De pronto ya no hay mas, acaso aquella vez cuando le dije a mi hermana que quería verte y ella, con un temblor de llanto en todo el cuerpo, me agarro en los brazos como pudo y me puso frente a ti, así, cara a cara, y tú estabas de traje y de corbata haciéndote el dormido para siempre. Lo demás

Mujer Melodía.

 Uno de los intentos de Poema de 2001, el cual, mi admirable y estimada  amiga brasileña  Bett Bortoletto, me la tradujo al portugués. Mujer Melodía     ¿Has oído  melodía que te encanta y te subyuga? que la escuchaste algún día... que es tan hermosa y conjuga armonía y sentimiento, belleza, ritmo, alegría. Que se te quedó clavada... que contemplando lo bello, llega como  campanada, como brillante destello. Así eres Tu.

La Máquina de escribir.

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LA MÁQUINA DE ESCRIBIR. Yo nací y crecí con ése ritmo. El de la máquina de escribir. Mi padre es contador, y en aquellos lejanos tiempos de mi niñez, además de laborar de ocho a diez horas en un despacho de contadores, y después en una gran empresa (Maderería Sánchez), para completar los ingresos necesarios llevaba pequeñas contabilidades, las que desarrollaba después de su horario normal, y en una pequeña oficina en casa, enseguida de donde dormíamos mi hermano y yo. Primero eran unos cuantos clientes, generalmente amigos, hasta que fueron los suficientes para que años más tarde mi padre se independizara y formara un despacho contable propio de respetable renombre. Nada era eléctrico. Ni las máquinas de escribir, ni las posteadoras, ni las sumadoras. La máquina de escribir hacía un ruido melódico: sonaba “scuch scuch” cuando se introducía la hoja y se avanzaba, y cuando se escribía sonaba “ratacata tatrataca” Cuando se aplastaba la mayúscula, que mi padre tenía la

Para vergüenza de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Sonora.

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Al inicio de su gestión como Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Sonora, el Lic.  Raúl Arturo Ramírez Ramírez, tomó la determinación de desplazar (despedir) al personal existente, para dar trabajo a personas de su preferencia, de dudosa capacidad (cuando menos en aquel tiempo) sobre la materia de Derechos Humanos, con tan mal tino, que ni tan siquiera lo hizo de una forma escalonada, para poder exprimir a los despedidos sus vastos conocimientos sobre la especialidad, acumulados durante muchos años de práctica, de asistencia a seminarios, conferencias, actualizaciones, convenciones, publicaciones, y  demás.             Despidió desde visitadores y capacitadores, hasta mensajeros y personal de intendencia.             El Presidente de la CEDH tomó la determinación anterior, con fundamento en la Ley que crea la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que señala que todos los trabajadores que laboran en dicha Comisión son de Confianza, y que