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Mostrando las entradas de mayo, 2013

"Los Parias", de Salvador Díaz Mirón.

Los Parias. de Salvador Díaz Mirón. Salvador Díaz Mirón, fue un rebelde poeta nacido el 14 de diciembre de 1853, en el Puerto de Veracruz. Su poema "Los Parias", es un grito por los desposeídos de su época, en un momento histórico en que las ideas socialistas y comunistas, redentoras del proletariado, influenciaban en todo pensador humanitario. Murió el poeta en 12 de junio de 1928.

TATAYO

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TATAYO Miguel Angel Aviles Para Ariel Silva, que de seguro se acuerda… I Con su carcajada, Tatayo provocó que el gato colapinta que se comía las sobras dejadas en la mesa, pegara un salto y saliera hecho la mocha para agazaparse entre el bulto de las cobijas. Luego Tatayo se levantó y fue a sentarse hasta donde el sol pudiera calentar su espalda. Clavando su mirada, con sus recuerdos dibujo su vida en la memoria de esos setenta y siete años de constantes ajetreos. Con una vara empezó a raspar levemente el suelo y sólo un polvo seco pudo levantarse de aquel árido pedazo. Ni se inmutó, sabía bien que otra vez la lluvia le quedaría mal con su llegada. Transcurría el verano y, como todos los años, el panorama pintaba para el rumbo de la desgracia. Algunas reses de las que le quedaban pasaron junto a él como arrastrándose con esa apariencia de cuadro de bicicleta. Las miraba y las volvía a ver y no le quedaba de otra más que reírse

EL MUNDO PARALELO

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EL MUNDO PARALELO. Es un nuevo orden. La sociedad los marginó a cinturones de miseria, a favelas, donde no se aplican las leyes que todos tratamos de cumplir. No tienen fe en las instituciones sociales. Nunca se les ha hecho justicia. La educación es inalcanzable. Los servicios médicos son inalcanzables. La policía es el enemigo. No tienen trabajo que les permita vivir dignamente. La religión no los conmueve, porque tienen hambre de justicia en este mundo y no en el otro. No creen en la propiedad privada porque ellos no tienen propiedades; no obedecen ni respetan los principios éticos o morales de la sociedad, porque jamás les ha traído beneficio alguno. No tienen respeto por la vida porque sus vidas son una cadena de desdichas y desilusiones, hasta que terminan sin vida en un callejón. Morir para ellos no significa nada. Matar, por lo mismo, no es un crimen, sino una práctica de sobrevivencia. Al Estado lo consideran como una cueva de corruptos, de políticos que en vez de ay