Día de la Mujer? Ridículo.

De Hipatya, pasando por Théroigne de Mericourt y llegando
a Malala,
de Mata
Hari, a Rosario de los poetas y a Berta Cáceres,
de Doña Irma de las Coyotas y Lupita la de la
tienda.
De Altagracia Mercado a Margarita Neri.
De María Curie a Las Abandonadas de Julio Cesto.
Todas las escritoras, científicas y descubridoras
cuyos logros fueron cedidos a sus esposos e hijos en un mundo dirigido por
hombres.
A las grandes Mujeres que permanecieron y
permanecen discretamente detrás de un gran hombre que, si no fuera por ésas
Mujeres, ellos no hubieran alcanzado su importancia histórica.
La humanidad es como una manzana. En corte
horizontal a los hombres les tocó arriba y a las mujeres debajo, pero no porque
sean inferiores, sino por ser la parte más estable, la que sostiene la parte
superior. La parte superior no permite estabilidad por el tallito. Pero la
manzana es una.
Por eso, las Mujeres deben celebrarse todos los
días del año. Por su belleza, su fuerza, sus vientres fecundos, sus brazos
protectores y cariñosos, sus voces suaves que entonan una canción de cuna, una
canción de amor o un himno revolucionario. Sus manos que prodigan caricias, que
alimentan, que sanan y que pueden levantar un arma. Las mentes que educan, que
administran, que gobiernan, que prevén, que guían y que presienten. El instinto que las
convierte en perpetuadoras de la especie y en indomables fieras defendiendo a
sus hijos. La fortaleza con que cumplen su jornada, para cumplir con la otra
jornada dentro del hogar, o la jornada interminable de las amas de casa.
Pobre del hombre que no entienda esto. Arrastrar a
la Mujer como esclava es cercenarse y es cargar también con las cadenas que
impone. Caminar a la par con una Mujer plena y libre es tener una compañera,
una correligionaria, una cómplice, una copartícipe de los logros, de los
fracasos, de las lágrimas y de las alegrías. Todos los días son de la Mujer.
Te saludo Madre. Te saludo Hermana. Te saludo
Hija. Te saludo Amiga.
Te celebro todos los días, Esposa Mía.
Jesús Hidalgo Contreras.
8 de marzo de 2016
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