La Yihad mexicana
Tomado de todas partes.
La Yihad mexicana.
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El Arma más mortal y por muchos siglos, la espada,
tiene la forma de cruz. Los caballeros rezaban ante ella como si fuese
crucifijo y besaban la empuñadura. Por lo mismo, siempre me ha parecido un
pleonasmo que se diga que los pueblos de América fueron conquistados por la
Espada y la Cruz, cuando para los portadores de tales instrumentos venía
siendo la misma cosa.
La expansión del cristianismo llevó consigo efectivamente, la
desaparición de pueblos enteros; guerras fratricidas, esclavitud y
exterminio. La expansión del pueblo árabe llevó consigo cultura y arte. Los
300 años que los árabes estuvieron en España dejó una herencia
inconmensurable en conocimientos astronómicos, matemáticos, en el arte
y en la arquitectura. Los árabes en España no terminaron con los infieles,
sino que convivieron con ellos, de donde podemos desprender que la interpretación
de los libros religiosos, como el Corán o la biblia cambia según las
necesidades del pueblo creyente. ¿Porqué en ésa época no declararon un Yihad
y acabaron con los INFIELES? Porque ésa no era la interpretación del Corán.
Efectivamente, el cristianismo nos dice que debemos amar al prójimo. Y
así los fundadores de Estados Unidos amaron a sus esclavas negras, que muy
posiblemente se las compraban a los árabes, y los conquistadores
españoles amaron a todas sus malinches. El problema entonces es determinar
que quiere decir "amar" y quien queda comprendido dentro de la
definición de "prójimo".
Los pueblos musulmanes no salieron al mundo a matar cristianos. Matan
cristianos y judíos porque sienten que les arrebatan su tierra. No son los
musulmanes los que ponen gobiernos títires y dictadores en el "Mundo
Libre". Es el "Mundo Libre" el que se mete donde no lo llaman.
Luchan los musulmanes contra el colonialismo y el imperialismo que
pretende desposeerlos de sus recursos naturales. Luchan por sus creencias y
su cultura. Están en su derecho, porque si invadieran mi patria tengo un
himno que dice:
Mexicanos, al
grito de guerra
El acero aprestad
y el bridón,
Y retiemble en
sus centros la tierra
Al sonoro rugir
del cañón.
I
Ciña ¡Oh Patria!
tus sienes de oliva
de la paz el
arcángel divino,
que en el cielo
tu eterno destino
por el dedo de
Dios se escribió.
Mas si osare un
extraño enemigo
profanar con su
planta tu suelo,
piensa ¡Oh Patria
querida! que el cielo
un soldado en
cada hijo te dio.
II
¡Guerra, guerra
sin tregua al que intente
de la patria
manchar los blasones!
¡guerra, guerra!
los patrios pendones
en las olas de
sangre empapad.
¡Guerra, guerra!
en el monte, en el valle,
los cañones
horrísonos truenen
y los ecos
sonoros resuenen
con las voces de
¡Unión! ¡Libertad!.
Claro, si el musulmán muere en su guerra sagrada,
habrá vírgenes en el paraíso espérándolo, y a los mexicanos un recuerdo de
Gloria y un Sepulcro de Honor.... NO ES JUSTO.
Julio 2011.
Jesús Hidalgo Contreras.
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